
Vetusto de cabello blanquecino, vetusto lleno de sabiduría
tu senil hombre que tiene mil experiencias vividas
que en su juventud hizo muchas cosas, que hoy ya no podrías
te agradezco por tus consejos, tu sabiduría.
Oye tu joven, escúchame un momento:
¿Por qué dejas que ese hombre longevo pierda el aliento?
Ese que te crió, ese que te mantuvo
que dio todo por ti, hasta lo que no tuvo.
Valóralo en vida, ahora que puedes,
luego será muy tarde por mucho que a Dios ruegues
Ahora dime: ¿Por qué herirlo? ¿Por qué abandonarlo?
busca como consentirlo, ¿Por qué juzgarlo?
No es culpa suya haber sufrido
ese derrame espantoso
hazle saber que nunca estará en el olvido,
él está pasando momentos dolorosos.
No es culpa suya ser víctima de ese alzhéimer destructivo
compréndelo
y hazle recordar lo que es estar vivo
atiéndelo.
No es culpa suya tener muchas enfermedades
comprende que ese vetusto
está pasando muchas dificultades.
Amigo mío, piensa y reflexiona un momento:
¿Es justo que a ese vetusto le quite el aliento?
Y por último si tiene a ese añoso vivo,
sé con él un hombre comprensivo
siéntete orgulloso y altivo
porque recuerda que es tu sangre y no puedes dejarlo en el olvido.
Ámalo, valóralo
recuerda que nada es para siempre
Ámalo, valóralo
demuéstrale a tu vetusto tu amor en el presente.

Algunas de sus metas son culminar su carrera universitaria si es posible con honores, leer y escribir lo más que pueda y publicar su primer libro antes de los veinte años.